La Niña, es un fenómeno que consiste en una aceleración de los vientos ecuatoriales (alisios) que provoca un enfriamiento del Pacífico en el Ecuador. Eso se manifiesta en Argentina con una disminución de entre 20% y 30% de los niveles habituales de precipitación en las regiones agrícolas del país.
Según la proyección de especialista en meteorología, el evento duraría hasta el mes de febrero. Es decir que atravesaría los meses más cálidos, un período clave para el desarrollo y establecimiento de rendimientos de los dos principales cultivos argentinos.
Atentos a esta situación, las Cámaras de TDC Noticias fueron en busca de la opinión de un profesional de la región.
Aldo Viscovich, Ingeniero Agrónomo de la localidad de Chovet, dijo sobre el trigo: “el año agrícola viene difícil, el trigo tiene rendimientos de 7 quintales en algunos lugares, 18 o 20 los más afortunados. Cuando un lote de trigo para implantarlo, protegerlo y cosecharlo tiene 18 quintales de costo. Con rindes inferiores a este umbral entramos en quiebra”.
Viscovich, siguió ahondando en las consecuencias negativas de una mala campaña y manifestó que “habrá menos trigo disponible”. No obstante, recalcó que “si bien la molienda de trigo se establece en seis millones de toneladas por año para la fabricación de harina, creo que vamos a llegar bien. Pero el saldo exportable se va a reducir”.
Consultado por otros cultivos expresó: “Las siembras tienen una ventana natural. Se siembra a fines de agosto y septiembre, algún lote en octubre. Y hasta el 25 de octubre son las sojas optimas, las de primera. Esa ventana se ha cerrado. Entonces en soja de primera vamos a tener una merma de una tonelada por hectárea, si lo multiplicamos por la cantidad de soja que se siembra en el país es una cifra millonaria. Lo mismo pasa con el maíz, que vamos a tener entre un 50 o 60% menos de rinde. Los lotes de maíz de segunda son los más afectados porque son los que se cosechan en un otoño que no sabemos cómo se va a presentar”.
Viscovich, continuó con su análisis y dijo que “los pequeños productores enfrentamos un presente muy duro. Esto es negocio para los exportadores que pueden vender la soja a $220 y después compran el dólar oficial a $170. Es un combo que no sabemos cómo se va a desarrollar en los próximos meses”. Además, contó: “la caída de la producción es una cascada. Empieza en el productor, sigue en el contratista, impacta en las cooperativas, el transporte, la mano agrícola rural. En el comercio de maquinaria agrícola las ventas se redujeron un 70%. Todo eso impactará en la Argentina en muy pocos meses”.
Para finalizar, el Ingeniero reflexionó: “Enfrentamos un año complejo desde lo meteorológico y lo económico. El productor pide algo de previsibilidad. El Ministro de Economía, Sergio Massa, nos prometió una asistencia de $10.000 por hectárea a cada productor sojero y el doble a los productores de maíz. Para tener magnitud de esa asignación hay que tener en cuenta que lo que cobra un contratista para sembrar una hectárea es entre $13.000 y $14.000. Entonces esa asignación no alcanzaría siquiera para pagar una siembra de soja”.