Los santafesinos refugiados en Rumania volverían a Argentina a fin de mes

Este mediodía, desde Rumania, la vecina oriunda de Whellwright, Eugenia Manoni contó a TDC Noticias cómo está atravesando sus días junto a su esposo firmatense Sebastián Albert, quienes pudieron escapar de la guerra desatada en Ucrania tras el nacimiento de su hijo Alfonso, concebido por el método subrogación de vientre.

“Seguimos en Bucarest, capital de Rumania, donde debemos quedarnos hasta que Alfonso cumpla los 21 días; porque en el primer control neonatal nos desaconsejaron volar con un bebé tan chiquito que nació el 26 de febrero”, dijo Eugenia Manoni.

“Quisiera volverme ya; pero dependemos del próximo control para reprogramar nuestro regreso que creemos va a ser a fin de mes”, añadió la vecina oriunda Wheelwright.

Eugenia y Sebastián desembarcaron el 18 de febrero en Kiev, la capital de Ucraniana a donde fueron convocados porque en breve nacería su hijo Alfonso, fecundado a través del método subrogación de vientre. Pero a los pocos días, la invasión rusa cambió sus planes rotundamente.

“Cuando llegamos a Kiev, la situación ya se estaba complicando pero desde la clínica y los medios de comunicación nos transmitían que no esperaban que se invada la capital; sino a Donbass y Crimea”, relató Eugenia.

A seis días del arribo de los santafesinos a Kiev comenzó la guerra y junto a otras dos parejas argentinas – con las que compartían un complejo de departamentos que provee la clínica – Eugenia y Sebastián debieron refugiarse en la Embajada de Argentina en Ucrania.

“Éramos seis adultos y un bebé; el viernes comenzaron los bombardeos y el sábado evacuaron a Polonia a la pareja que ya tenía su bebé -que también había nacido por subrogación de vientre-. Cuando se iba esa camioneta, a los diez minutos, nos avisan que había nacido nuestro hijo Alfonso en el refugio de la clínica”, siguió Eugenia.

“Por el toque de queda, con mi marido recién pudimos ir a buscar a Alfonso 48 horas después acompañados por un mega operativo desarrollado por la Embajada mientras el centro de Kiev era bombardeado”, añadió.

Tal como precisó Eugenia, “sólo podía entrar una persona a la clínica, lo hizo Sebas mientras que yo me quedé en el hall donde un grupo de civiles hicieron de escudo humano hasta que pudiéramos llegar a la van que nos trasladó a la Embajada con cinco personas que nos escoltaban con ametralladoras”.

Al pasar unos días y luego de atravesar complejas situaciones, Eugenia, Sebastián y Alfonso pudieron cruzar la frontera e instalarse en Rumania donde esperan regresar prontamente a Argentina.

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