Desde hace un tiempo diversos reportes encendieron las alertas por muertes de bovinos, equinos y bovinos supuestamente provocadas por la ingesta de un tipo de escarabajo conocido como “7 de oro”. Tanto es así, que el INTA emitió informes desde sus estaciones experimentales de Balcarce y Marcos Juárez.
Según la información disponible, los primeros casos surgieron en la zona nucleo del país. En las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa, pero a medida que pasaron los días se fueron extendiendo a otros puntos de la Argentina.
El Ingeniero Agrónomo Aldo Viscovich, habló al respecto: “el 7 de oro, como se lo conoce, o Astilo Moteado (Astylus atromaculatus) está presente desde hace muchos años en la fauna argentina. Es un escarabajo que no causa demasiados daños en años normales de lluvia. Pero si en este periodo muy seco; ya que este escarabajo que se alimenta del polen de las flores. Por ejemplo, la floración del maíz, o del sorgo granífero, o cardos que se pueden ver a la vera de los caminos. Ante la ausencia de todo esto el insecto prefirió los lotes de alfalfa. Al ser este el único alimento predominante para los animales es que se producen las intoxicaciones. Ya que mastican e ingieren gran cantidad de estos escarabajos. Que ya en el estómago de las vacas o caballos producen una toxina muy fuerte que produce distintos síntomas; como llagas en la zona bucal, disuria (orinar más de lo normal), problemas intestinales y heces contaminadas. Esto le provoca la muerte si no es tratado a tiempo. Y a veces si el problema está muy avanzado ya no se puede hacer nada, tanto en vacunos, ovinos o equinos. Los tratamientos pueden ser de sostén como proporcionar agua de buena calidad o antibióticos, pero a veces no alcanza”.
Sobre esta situación, el especialista agrónomo, agregó: “esto hay que conjugarlo con las condiciones climáticas. El animal está expuesto a una alta radiación todo el día. La falta de agua de buena calidad, porque las napas han bajado y se ha salinizado el agua, no ayuda. Son todas pequeñas cosas conexas que han agravado la situación.”
Consultado sobre cómo se debería proceder, Viscovich, contó: “la solución es una fumigación con un insecticida de alto poder de volteo que se disuelve rápidamente. Para que el insecto muera y al poco tiempo el animal pastar tranquilamente”.
El profesional chovetense, sumo que “cuando más flores tengamos, en el caso de los maíces de segunda, el insecto se va a mudar a otros lotes y se va a aliviar la presión sobre la alfalfa. La gran pregunta es por qué estos insectos prefirieron la alfalfa. Una de las teorías es que la alfalfa es una forrajera que se mantiene verde pese al gran calor porque el sistema radicular de la alfalfa toma agua de mucha profundidad, lo que la mantiene verde todo el tiempo”.
Para finalizar, Viscovich aclaró que “hasta ahora no se ha demostrado que afecte a otros animales de la fauna argentina o a humanos, además si uno compra verdura la lava y aparta a ese escarabajo. La toxina es potente dentro del rumen del vacuno”.