La tan esperada lluvia fue celebrada por muchos por el alivio que trajo a la región, sin embargo, producto de la gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo, surgieron algunos inconvenientes.
Uno de ellos tuvo que ver con un camión frigorífico proveniente de Casilda. El mismo, hacia parte de su recorrido por calle General Sabio, en Barrio Centenario, cuando quedó completamente atascado en el medio de la calle.
De acuerdo al testimonio de vecinos, en el centro de la traza se había excavado para ampliar la red de cloacas. Y si bien el pozo había sido tapado, la tierra estaba blanda sin asentarse. Esto último, habría hecho que el vehículo de gran porte que atorado al punto de no poder ser removido siquiera por una maquinaria pesada de la Municipalidad que fue buscada para socorrer el siniestro.
“Entro acá para descargar y me encuentro con el suelo flojo. Se enterró el camión. Hace dos meses que vengo acá, se ve que ahora que llovió se aflojó. Lo quisimos sacar con la pala mecánica pero no sale. Me dijeron que hace unos días le pasó a un camión de la municipalidad”, dijo Miguel, el conductor del transporte.
En la zona se congregó gran cantidad de gente para ver cómo se resolvía la situación, y las maniobras de intento de recupero del camión con carne contaron con la mirada atenta de la policía local.
Consultado sobre si tenían alguna otra idea para remover el camión, Miguel respondió: “ahora vamos a llamar a una grúa que hay en una fábrica”.
Otro hecho curioso que generó la lluvia ocurrió en calle Hipólito Yrigoyen. Allí, un pequeño auto que habría quedado estacionado en punto muerto fue arrastrado por la gran correntada que circuló por esa artería durante la mañana. En las imágenes se puede ver como el agua llega hasta el zócalo del vehículo y lo mueve de un cordón a otro. Aparentemente, el auto no tuvo daños. Solamente su dueño habría tenido que mojarse los pies para ir a buscarlo.