“Al hacer frío, nuestra casa tiene un envolvente, que sería toda la parte de afuera de la casa, que pierde calor con el ambiente. Cuanto más frío hace, esa pérdida es mayor. El artefacto puede estar entregando la misma potencia calórica, pero si la pérdida es mayor, nosotros vamos a sentir más frío, vamos a tardar más en calefaccionar el ambiente”, comentó Lauriano Belloti, representante técnico de Firmat Gas.